El Partido Popular ha ganado las elecciones municipales en Galicia con más de 552.000 papeletas, mientras que el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han obtenido 419.000 y 248.000 votos respectivamente. El PP se ha impuesto en 191 ayuntamientos, en 56 con mayoría absoluta y en 135 con mayoría relativa. Las mareas, que en 2015 habían logrado hacerse con las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol, solo conservan representación en estas dos últimas ciudades. Ciudadanos, que en 2019 había logrado concejales en A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, desaparece de todas las grandes ciudades gallegas, mientras que Vox consigue su primer representante en Galicia en el ayuntamiento ourensano de Avión.

El Partido Popular gobernará Ferrol con mayoría absoluta, mientras que alianzas postelectorales serán necesarias para que el PSdeG pueda conservar A Coruña y Lugo y el BNG hacerse con la Alcaldía de Santiago de Compostela. En Ourense, Democracia Ourensana, de Gonzalo Pérez Jácome, ha logrado convertirse en la fuerza más votada con diez concejales, lo que ha sido una sorpresa, ya que se vio envuelto en diversas polémicas en su mandato anterior y llegó a gobernar con solo cuatro ediles debido a la crisis interna que vivió Democracia Ourensana. Si las otras fuerzas políticas no llegan a un pacto para arrinconarlo, Jácome se volverá a alzar con el bastón de mando el próximo 17 de junio.

En las elecciones municipales en Galicia ha habido un desgaste de apoyo al modelo urbano del BNG en Pontevedra, que ha pasado de once a nueve concejales, pero podrán retener la alcaldía que ocupan desde 1999 con el apoyo de los socialistas, que suben un concejal hasta los cinco. En Lugo, la socialista Lara Méndez podrá retener el bastón de mando apoyándose en el BNG, y en A Coruña y Santiago de Compostela, la socialista Inés Rey y la nacionalista Goretti Sanmartín, respectivamente, podrán seguir gobernando con el apoyo del BNG.