SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 de enero. En un giro que agita el panorama político gallego, el Partido Popular (PP) de Galicia ha expresado su profunda preocupación por la postura adoptada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) respecto a la delicada situación que atraviesa Venezuela. Desde la perspectiva del PP, la posición de ambos partidos resulta "lamentable", ya que temen que el BNG esté mostrando un apoyo explícito a un régimen que consideran opresor, como es el caso del liderazgo de Nicolás Maduro. Al mismo tiempo, critican al PSdeG por su afinidad con un Gobierno central que, a su juicio, se muestra indiferente y ausente ante esta crisis internacional.

En una conferencia de prensa llevada a cabo este viernes en el Parlamento gallego, Alberto Pazos Couñago, portavoz del PP en la Cámara autonómica, hizo un llamado a la solidaridad con el pueblo venezolano, que, según él, clama por la libertad y el respeto a los resultados electorales. "Es fundamental que se les devuelva el país que les ha sido arrebatado", afirmó Pazos, subrayando la necesidad de respaldar a aquellos que luchan por un futuro más democrático y justo en la nación latinoamericana.

El portavoz popular dirigió también su apoyo a figuras emblemáticas de la oposición venezolana, como Edmundo González y María Corina Machado, demandando de paso una respuesta activa del Gobierno central en relación con la situación del periodista Carlos Correa, quien, siendo hijo de emigrantes gallegos, ha sido atrapado en esta tormenta política. Pazos instó a que se realicen esfuerzos diplomáticos para garantizar su liberación así como la de otros prisioneros que se encuentran tras las rejas a consecuencia de su falta de lealtad hacia el régimen actual.

El objetivo de Pazos ha sido claro: criticar la postura de los partidos opositores en Galicia en relación a Venezuela, acusando al BNG de tener una inclinación que abiertamente respalda lo que describe como "los ideales de un dictador". Al mismo tiempo, criticó al PSdeG por su percepción de estar en sintonía con un Gobierno central que se mantiene alejado e inactivo frente a lo que considera una crisis seria. Estos comentarios resaltan la polarización existente en Galicia sobre una cuestión internacional que, a menudo, tiende a reverberar en el ámbito local.