El Gobierno español ha sido llamado a rendir cuentas por su postura ante el conflicto en Palestina, en medio de crecientes críticas desde el partido Sumar. La presión se intensifica tras la detención de miembros de la Flotilla, que buscaban llevar ayuda humanitaria a Gaza, lo que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado de "sin justificación".

En un encuentro con medios tras la celebración del Día de la Policía en Vigo, Marlaska expresó su preocupación por la situación de estos activistas, señalando que el Ejecutivo está tomando medidas para garantizar el respeto a sus derechos y facilitar su pronta liberación.

El ministro destacó la importancia de la misión de la Flotilla, que busca asistir al pueblo palestino en medio de lo que él mismo ha descrito como un "genocidio". Subrayó que los detenidos están comprometidos con aliviar el sufrimiento de una población que enfrenta un dolor injusto y que su causa resuena con las aspiraciones de muchas organizaciones humanitarias a nivel mundial.

Ante preguntas sobre acciones legales relacionadas con estas detenciones, Marlaska sugirió que el proceso debe seguir su curso, apuntando hacia posibles violaciones de leyes internacionales que regulan tanto el mar como los derechos humanos.

Al abordar las críticas de Sumar, que ha reprochado la falta de firmeza del Gobierno en su postura frente a Israel, el ministro defendió los esfuerzos del Gobierno, resaltando el papel del presidente Pedro Sánchez ante esta "tragedia". Recordó que España ha sido pionera en el reconocimiento del Estado palestino en Europa, lo que subraya su compromiso con la causa.

Grande-Marlaska aseguró que el Gobierno ha respaldado a la Flotilla y ha tomado medidas preventivas para garantizar su seguridad, enfatizando el deber de proporcionar asistencia legal a los detenidos y trabajar por su liberación inmediata.

En otro tema, el ministro abordó las necesidades de la Policía Nacional en Vigo, afirmando que el Gobierno está dedicado a aumentar el número de agentes en la ciudad. Con un aumento del 14,5% en la plantilla en los últimos siete años, Marlaska subrayó la importancia de contar con más efectivos si se busca mejorar la seguridad y la eficacia del cuerpo policial. Desde la llegada de Sánchez al poder, casi 11.000 nuevos agentes se han incorporado a la Policía, adaptándose a las demandas actuales de la sociedad.