El 6 de octubre, desde Santiago de Compostela, se han generado nuevas reacciones en el ámbito político gallego. Diego Calvo, el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, anunció que la Xunta tomará la iniciativa de presentar alegaciones contra el anteproyecto de ley que propone la condonación de deudas. En este contexto, Calvo ha enfatizado la necesidad urgente de establecer un nuevo modelo de financiamiento que se ajuste mejor a las particularidades de Galicia.

Durante una conferencia de prensa realizada este lunes, tras una reunión del Consello de la Xunta que presidió en ausencia del presidente Alfonso Rueda, quien se encuentra de descanso, Calvo expuso sus preocupaciones sobre el impacto de la medida en la autonomía gallega. A su juicio, esta iniciativa no representa un verdadero alivio, sino que implica que la carga de la deuda recaería sobre la ciudadanía en su totalidad.

Calvo fue contundente al expresar que el Gobierno gallego se opone firmemente a la medida, considerándola injusta y aplicable bajo criterios que pueden parecer arbitrarios. "No se está perdonando la deuda a las comunidades, sino que la estamos pagando entre todos", resaltó, argumentando que la propuesta no asegura una mejora en la capacidad de gasto de Galicia, como se pretende hacer creer.

Además, el conselleiro sostuvo que esta ley no logra su objetivo original, enfatizando que no contribuirá a fortalecer la sostenibilidad financiera de las comunidades. Exigió un enfoque más equitativo y adaptado a cada comunidad autónoma, abogando por una negociación efectiva que garantice un sistema de financiamiento acorde a las necesidades específicas de Galicia.