En Cádiz, a 20 de noviembre, se ha observado un notable despliegue de la Armada Española en respuesta a la presencia de embarcaciones rusas en aguas españolas. Las fragatas 'Méndez Núñez' (F-104) y 'Blas de Lezo' (F-103), además del patrullero 'Vigía', han estado llevando a cabo un seguimiento cercano de varias unidades navales rusas que transitaban por el litoral gallego, el mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa, la fragata 'Méndez Núñez' realizó un seguimiento exhaustivo a una agrupación rusa que incluía la fragata 'Neustrashimyy' y el buque de aprovisionamiento 'Pashin'. Este seguimiento se llevó a cabo frente al litoral gallego y fue fundamental hasta que estas embarcaciones abandonaron las aguas de interés en el mar Cantábrico. Una vez cumplida su misión, la 'Méndez Núñez' pasó la responsabilidad a un barco de la marina francesa, demostrando la cooperación internacional en la vigilancia marítima.
Simultáneamente, la fragata 'Blas de Lezo' se ocupó de monitorizar la fragata rusa 'Almirante Golovko', junto con el buque de aprovisionamiento 'Vyazma' y el buque de recolección de inteligencia 'Kildin'. Este seguimiento se realizó desde el golfo de Vizcaya hasta la salida de los espacios marítimos de interés en el noroeste de la Península. Al concluir esta operación, 'Blas de Lezo' también transfirió la responsabilidad a un barco de la marina de Portugal, evidenciando la colaboración interarmada en la región.
Asimismo, el patrullero de altura 'Vigía' fue asignado a realizar seguimiento a la corbeta 'Merkury' durante su paso por el mar de Alborán en dirección al Estrecho de Gibraltar. En un giro interesante, se encontró con la agrupación rusa ya mencionada, compuesta por la fragata 'Almirante Golovko', el petrolero 'Vyazma' y el 'Kildin', a quienes monitoreó durante su tránsito por el Estrecho y hacia el Mediterráneo Oriental. Esta serie de movimientos resalta la constante actividad naval y la vigilancia sobre las rutas marítimas estratégicas.
El Ministerio de Defensa ha declarado que estas operaciones se enmarcan dentro de las iniciativas de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD). Estas misiones son realizadas por buques operativos bajo el mando del Mando Operativo Marítimo (MOM) y control de las Operaciones (MOPS), configurando una respuesta robusta a cualquier amenaza potencial en el ámbito marítimo.
De acuerdo con la información proporcionada, el Mando Operativo Marítimo es un componente clave de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa. Este mando tiene la responsabilidad de planificar, dirigir y supervisar las operaciones de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos que son de soberanía nacional y de interés estratégico. Su sede se encuentra en Cartagena, bajo la dirección del Almirante de Acción Marítima.
En relación con esto, las operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión se han mostrado como herramientas efectivas para mantener una vigilancia constante sobre los espacios soberanos. Esto no solo permite la detección temprana de posibles amenazas, sino que también facilita una reacción rápida ante cualquier crisis inminente, según ha explicado el Ministerio de Defensa.
Por último, se ha indicado que los Mandos Operativos Terrestre, Marítimo, Aéreo, Ciberespacial y Espacial forman una estructura coordinada de Mandos Permanentes. Alrededor de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas están involucrados en este tipo de operaciones diariamente, llevando a cabo su labor bajo el control operativo del Mando de Operaciones, subrayando la importancia de la preparación y la capacidad de respuesta de las fuerzas españolas en un contexto geopolítico cada vez más complejo.
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