En un hecho que ha conmocionado a la sociedad gallega, la jueza ha dictado orden de prisión provisional para el exdiputado autonómico del grupo Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xabier Ron. La decisión se produce tras la detención del político por parte de agentes de la Guardia Civil, llevada a cabo el pasado martes, en respuesta a una grave denuncia por agresión sexual a una menor.

El exdiputado fue trasladado a primera hora de la mañana del jueves ante la magistrada Ana López-Suevos, del Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela. Ron llegó a las instalaciones judiciales alrededor de las 8:30 horas, escoltado en un vehículo del cuerpo de seguridad desde el puesto de Milladoiro, en un ambiente tenso que pone de manifiesto la seriedad de las acusaciones que enfrenta.

La denuncia original provino de la madre de la menor afectada, lo que llevó al juzgado a emitir un exhorto para realizar registros en las dos viviendas vinculadas al docente, así como en su equipo tecnológico. Esta acción judicial se llevó a cabo para recabar evidencia que pudiera ser relevante para la investigación en curso.

El día de su detención, Xabier Ron fue también trasladado a su actual centro de trabajo, el IES Breamo en Pontedeume (A Coruña), donde se llevaron a cabo revisiones a su material informático en su presencia. Es importante señalar que, según las autoridades, los hechos investigados no habrían tenido lugar en dicha institución educativa.

Antes de asumir su actual puesto docente en Pontedeume, Ron había ejercido como profesor en otros centros de la provincia de A Coruña, incluyendo Touro y Ames, donde impartía clases hasta el final del curso anterior. Su trayectoria académica se ve acompañada por un pasado político, ya que fue un destacado miembro de AGE, un partido en el que se integró en el Parlamento de Galicia desde 2012, junto a figuras como la actual vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras.

Tras la disolución de la coalición de AGE, Ron se alejó de la vida política activa, enfocándose en su carrera como educador. Sin embargo, las actuales acusaciones han resurgido preguntas sobre su legado político y la confianza pública en los representantes de la ciudadanía, evidenciando una vez más la necesidad de abordar con urgencia y seriedad los casos de violencia de género y agresiones sexuales.