MADRID, 19 de junio.

En un significativo acto que marca una nueva etapa en su reinado, el Rey Felipe VI ha otorgado sus primeros títulos nobiliarios este jueves, eligiendo a destacados figuras como el tenista Rafa Nadal, la nadadora Teresa Perales y la cantante Luz Casal, según ha anunciado la Casa Real.

Hasta ahora, el monarca no había conferido ningún título en sus primeros diez años al frente de la corona. Esta decisión llega en un momento simbólico, justo al cumplirse el undécimo aniversario de su proclamación.

Entre los designados, Rafa Nadal será reconocido como marqués de Llevan de Mallorca, mientras que Teresa Perales se convierte en marquesta de Perales, y Luz Casal es nombrada marquesa de Luz y Paz, todos ellos con carácter hereditario. Además, Carlos López Otín, reconocido bioquímico, será marqués de Castillo de Lerés, con un título vitalicio, y la fotógrafa Cristina García Rodero se une como marquesa del Valle de Alcudia, también con herencia.

El Rey también ha querido homenajear a Jaime Alfonsín, quien fuera jefe de la Casa del Rey hasta febrero de 2024, otorgándole el título de marqués de Alfonsín, que incluye el rango de grande de España y es hereditario.

Desde la Casa Real han subrayado que estos distinguidos individuos representan la "excelencia" en sus respectivas áreas de contribución, ya sea en el servicio al país, la ciencia, el arte o el deporte.

Estos nombres son considerados un motivo de orgullo nacional y son vistos como modelos a seguir que reflejan los valores que el Rey ha promovido desde su proclamación el 19 de junio de 2014, alineándose con los principios de servicio y compromiso que caracterizan su reinado.

La concesión de títulos nobiliarios es una prerrogativa única del Rey, quien, conforme al artículo 62 de la Constitución de 1978, tiene la facultad de otorgar honores y distinciones según las leyes vigentes.

La formalización de estos títulos se realiza mediante una carta real y adquiere validez tras la publicación del real decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se detallan las condiciones y particularidades de cada título.

Cabe destacar que estos honores no son transaccionables; su naturaleza es hereditaria, normalmente pasando al primogénito. En ciertas circunstancias, si no se ejercen las acciones necesarias, los títulos pueden regresar a la Corona al quedar vacantes.