24h Galicia.

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El proyecto de Altri recibe una de las calificaciones más bajas en el Perte por su dependencia de combustibles fósiles.

El proyecto de Altri recibe una de las calificaciones más bajas en el Perte por su dependencia de combustibles fósiles.

Ulloa Viva ha subrayado que los criterios medioambientales establecidos son fundamentales y podrían influir en futuras decisiones de financiación. El grupo considera que la reciente exclusión de proyectos por no cumplir estos estándares podría ser decisiva para la obtención de ayudas en el futuro.

En un análisis reciente, se reveló que el proyecto de Altri en Palas de Rei, Lugo, recibió una puntuación alarmantemente baja en el marco del Perte (plan de recuperación, transformación y resiliencia) orientado a la Descarbonización Industrial. Con solo 24,39 puntos, se posicionó como el segundo peor proyecto evaluado en este programa.

Esta propuesta de Altri, que busca obtener 30 millones de euros de un total de inversión de 1.092 millones, vio cómo su puntuación estaba significativamente por debajo de los 40 puntos logrados por los proyectos ganadores, quedando además muy lejos del puntaje insuficiente de 16,7 puntos que recibió el proyecto rival de fabricación de cartón en Fraga, Huesca.

Las razones que argumenta el Ministerio de Industria para la denegación de apoyo son claras: no solo la fecha de finalización prevista para la planta de Palas excede el límite estipulado de marzo de 2026, sino que también existe preocupación por el uso de combustibles fósiles dentro de la nueva instalaciones.

La normativa vigente indica que no se pueden utilizar combustibles fósiles como hora de energía, salvo en el arranque del sistema. Este factor se convirtió en un elemento clave en la evaluación del proyecto.

Por si fuera poco, Altri también fracasó en alcanzar el umbral mínimo necesario en lo que respecta a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, quedándose en apenas 3 puntos cuando se requerían al menos 7.

El miércoles anterior, Altri hizo pública su intención de apelar esta decisión, mientras reafirmaba su compromiso con el avance de la iniciativa incluso sin la ayuda estatal. La normativa permite a los solicitantes presentar alegaciones en un plazo de diez días hábiles a partir del anuncio oficial.

Greenfiber, la entidad detrás del proyecto, defiende que su metodología de producción contribuirá a una drástica reducción del 91% en las emisiones de CO2 en comparación con técnicas industriales tradicionales. Aseguran que el uso de madera local, que anteriormente se exportaba sin procesar, también disminuirá la huella de carbono asociada al transporte.

En paralelo, la Plataforma Ulloa Viva ha enfatizado la relevancia de criterios de exclusión en la distribución de fondos europeos, sugiriendo que esto podría influir en futuras solicitudes de financiación.

Desde Ulloa Viva argumentan que la desestimación del proyecto es un claro indicativo de que no satisface los requisitos para ser considerado como un agente transformador crítico en el consumo energético, enfatizando que el rechazo se debe tanto a la inadecuación en el uso de combustibles fósiles como a su incapacidad de cumplir normas ambientales mínimas en cuanto a emisiones.

Otros proyectos en la lista de excluidos incluyen la iniciativa de Ence para una fábrica de biofibras en As Pontes, que tampoco logró la puntuación mínima de 4 puntos en su evaluación de reducción de emisiones, a pesar de solicitar una subvención similar de 30 millones para un total de 156 millones para su proyecto.