El monasterio de Caaveiro, ubicado en la belleza natural del Parque Natural Fragas do Eume, ha sido evacuado debido al riesgo que representa el humo proveniente de incendios forestales en la zona. Este acontecimiento ha captado la atención de las autoridades y la comunidad local, que permanecen alerta ante la situación.

Según un comunicado de la Consellería do Medio Rural, en el municipio coruñés de Monfero se encuentran actualmente activos dos incendios. Uno de ellos, que comenzó en la parroquia de Queixeiro, está bajo control y se estima que ha afectado a menos de cinco hectáreas, lo cual se considera una evolución favorable, gracias a la pronta respuesta de los equipos de extinción.

Los esfuerzos para combatir el fuego han movilizado a un grupo significativo de profesionales, incluyendo dos agentes, cuatro brigadas, dos motobombas, un equipo de excavación y un helicóptero, que están trabajando codo a codo para repeler las llamas y minimizar los daños.

En paralelo, un nuevo incendio se declaró alrededor de las 16.16 horas en la parroquia de San Fiz. A diferencia del primer fuego, este no amenaza al Parque Natural. Las brigadas de respuesta siguen en acción, aunque aún se desconoce la magnitud de la superficie afectada en esta nueva emergencia.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que, debido a la creciente amenaza del humo, se tomó la decisión de evacuar el emblemático monasterio de Caaveiro. Esta acción preventiva busca garantizar la seguridad de todos los visitantes y trabajadores del recinto.

Los incendios no solo están limitados a Monfero; en la provincia de Ourense también se encuentran activos fuegos en Chandrexa de Queixa y Maceda, que juntos han consumido diversas hectáreas y han llevado a la evacuación de algunos residentes, aunque se ha informado que ya no hay peligro inmediato para las viviendas en el área afectada.

Por otra parte, se ha extinguido un incendio en Ponteceso, que dejó una huella de 198,17 hectáreas quemadas. Este fuego, que ha sido uno de los más devastadores en la zona en los últimos días, se suma a otros incidentes que han asolado la región, sumando un total de casi 600 hectáreas perjudicadas en esta semana alone.

Por último, se ha tenido éxito en controlar los incendios en Cospindo y A Graña, mientras que otros focos en A Fonsagrada siguen bajo vigilancia. La comunidad continúa unida en el esfuerzo por frenar estas llamas que amenazan su entorno natural y su patrimonio cultural. La lucha contra el fuego es más que una batalla contra las llamas; es un llamado a la solidaridad y a la protección del medio ambiente.