En un contexto cada vez más tenso, dos de los individuos arrestados tras una violenta pelea en Ribeira (A Coruña) recibirán la restricción de no poder ingresar al municipio, mientras que uno de los detenidos enfrenta graves acusaciones que incluyen homicidio, lesiones con arma peligrosa y resistencia a la autoridad.

Este reciente episodio de violencia se desató el pasado martes, y ha llevado a una serie de detenciones, entre las cuales se destaca la de un hermano del fallecido que, según la jueza del Tribunal de Instancia de Ribeira, ha sido enviado a prisión preventiva. Las fuentes judiciales revelan que dicho individuo es sospechoso de haber estado al volante de uno de los vehículos involucrados en el accidente que resultó en la muerte de su familiar.

Los otros cinco arrestados, que abarcan tanto a hombres como a mujeres, han sido liberados bajo investigación por su presunta participación en la pelea multitudinaria. Sin embargo, la jueza ha ido más allá y ha impuesto la condición de que dos de estos liberados no podrán regresar a Ribeira, en un esfuerzo por mantener la paz en la comunidad.

Los familiares de los detenidos han expresado su dolor y confusión tras conocer el fallecimiento de su pariente, alegando que no fueron responsables de su muerte. Varios testigos han declarado que en el momento en que se retiraron del lugar en su vehículo, la víctima aún estaba con vida.

Este viernes, familiares del difunto se dirigieron a los juzgados en una tentativa de mediar en la situación. No obstante, agentes policiales les interceptaron un palo, el cual afirmaron portar por su trabajo como albañiles. El primo del fallecido, un pastor evangélico que llegó al lugar, enfatizó la importancia de evitar que la situación escalara.

Julio Ventos Montoya, tío del fallecido y figura de autoridad familiar, aprovechó la ocasión para criticar la reacción policial que encontró a su llegada a Ribeira. Según Ventos Montoya, sufrió daños en su teléfono y lesiones en una mano, lo que deja entrever la tensión existente entre las familias y las fuerzas de seguridad.

El patriarca también defendió tener el palo en cuestión, explicando que lo compró en Santiago de Compostela para su labor y que acudió a Ribeira ante noticias de la inminente liberación de los detenidos. Este clamor por la mediación resalta un intento de calmar las aguas en una situación ya de por sí complicada.

Desde el fatídico martes, la localidad ha visto un aumento notable en la presencia policial, un despliegue que busca prevenir cualquier nuevo brote de violencia. La pelea inicial se desencadenó durante una celebración de compromiso en el Centro Recreativo de Artes, donde un hombre perdió la vida y varios más resultaron heridos.

Los seis arrestados, que viajaban hacia Santiago tras la confrontación, fueron detenidos en un peaje de la AP-9. Por otro lado, se ha registrado que el herido que había sido hospitalizado recibió el alta médica el jueves anterior, añadiendo otra capa de complejidad a este desafortunado episodio. Además, se organizó un operativo policial preventivo en la zona del Cementerio de Boisaca durante el funeral del fallecido, añadiendo un sentido de urgencia a la seguridad pública en el área.