VIGO, 18 de marzo. La Audiencia Provincial de Pontevedra, ubicada en Vigo, ha tomado la decisión de emitir una orden de búsqueda y detención para Borja F.F., quien se enfrenta a cargos de agresión sexual contra un hombre en un aparcamiento de la ciudad. Este individuo no se presentó hoy a la vista judicial programada, lo que llevó a la sala a actuar de inmediato.

El tribunal determinó que ni su abogado pudo establecer contacto con él, a pesar de que había sido debidamente convocado para el juicio. En este contexto, se ha decidido ordenar su búsqueda e ingreso en prisión provisional para garantizar su comparecencia ante el tribunal, especialmente dado que se solicita una pena que podría alcanzar los 11 años de cárcel.

Cabe destacar que esta no es la primera vez que Borja F.F. es considerado en rebeldía, ya que también se ausentó durante la declaración indagatoria al finalizar la fase de instrucción del caso. El silencio del acusado ha suscitado preocupación entre la fiscalía y la parte acusadora, quienes insisten en que la gravedad de los hechos requieren una respuesta contundente.

Los hechos que se le imputan sucedieron en la madrugada del 29 de mayo de 2022. Según la acusación, Borja F.F. interceptó a la víctima en la calle, prometiéndole una oferta para consumir cocaína, lo que lo llevó a los baños del aparcamiento de Rosalía de Castro.

Una vez allí, el acusado intentó forzar a la víctima a practicarle sexo oral. Al resistirse, se desató la violencia: lo empujó, le bajó los pantalones y cometió la agresión sexual. Posteriormente, lo dejó en el suelo y se marchó, robando el teléfono móvil de la víctima. Por estos actos, enfrenta cargos de agresión sexual y robo con violencia.

La víctima, quien había consumido alcohol esa noche y se encontraba angustiado por el robo de su bolso, ha relato que el acusado lo abordó ofreciéndole ayuda para recuperar sus pertenencias. Esta táctica lo llevó a confiar en Borja F.F., lo que tuvo consecuencias devastadoras. A pesar de haberlo visto solo de manera casual, la agresión fue brutal: el agresor lo golpeó, lo hizo caer y lo sometió en una confrontación que dejó una profunda huella.

Tras la agresión, la policía detuvo al presunto atacante esa misma noche. Sin embargo, el contacto entre ambos no se limitó a ese incidente. Según la víctima, se han cruzado en varias ocasiones en Vigo, donde Borja F.F. lo ha confrontado de nuevo. La experiencia ha tenido un impacto severo en su bienestar, diagnosticado con un trastorno de estrés postraumático, dejando entrever las secuelas emocionales de la agresión sufrida.