En un giro que evidencia la persistente preocupación por el cultivo ilícito de sustancias en Galicia, el Equipo EBIO de la Guardia Civil, basado en Tui, ha puesto bajo investigación a un hombre de 65 años, residente en Santa María de Oia, por un presunto delito contra la salud pública relacionado con la producción de drogas. Este operativo ha culminado con la incautación de nada menos que 120 plantas de marihuana, de un tamaño medio, en un contexto que provoca una reflexión más profunda sobre las políticas de drogas y su impacto social.

El Instituto Armado ha compartido información reveladora sobre el asunto, apuntando que desde septiembre del presente año, estaban llevando a cabo una serie de indagaciones que buscaban identificar varios cultivos de marihuana. Esta investigación se ha adaptado a las variaciones estacionales, reflejando la adaptabilidad de la Guardia Civil ante métodos de cultivo que pueden variar dependiendo de la época del año.

Recientemente, los agentes recibieron indicios de que, en Santa María de Oia, podría estar funcionando una plantación de marihuana en el interior de un galpón vinculado a una vivienda. Esta pista llevó a los investigadores a realizar las indagaciones pertinentes el 11 de diciembre, donde hallaron que la sospecha era cierta: la plantación seguía operativa.

El escenario resultó ser revelador; un penetrante olor característico de la marihuana emanaba del exterior, y se observó un inusual movimiento de bolsas y productos asociados al cultivo. Este aspecto, sumado a la aparición de gases provenientes de una pared lateral del galpón y el descubrimiento de un programador eléctrico destinado al riego automático, levantó aún más sospechas sobre la actividad ilícita que se estaba llevando a cabo en el lugar.

Al aproximarse al domicilio, los agentes entablaron una conversación con el propietario, quien, en un gesto de cooperación, decidió entregar voluntariamente las plantas que permanecían dentro del ático. En este espacio, encontraron dos armarios especialmente diseñados para el cultivo de marihuana, que albergaban las 120 plantas en cuestión, las cuales fueron incautadas y custodiadas, mientras que el resto de los utensilios utilizados quedaron bajo la responsabilidad del propietario de la vivienda, quien fue informado acerca de su estatus judicial.

Con una orden de registro expedida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tui, los agentes tuvieron la oportunidad de acceder al interior del galpón. En este registro, encontraron una serie de mecanismos e infraestructuras que corroboraron la existencia de un cultivo organizado, añadiendo una capa más al análisis sobre cómo las políticas actuales están lidiando con el fenómeno del cultivo de marihuana y sus implicaciones en la comunidad.