
Un total de diez personas han sido arrestadas en España en el marco de una amplia operación internacional denominada 'Opson XIV', destinada a combatir el fraude alimentario.
Esta operación, que involucra a la Guardia Civil, ha permitido desmantelar un entramado que se dedicaba a comercializar productos alimentarios en condiciones deplorables, como falsos plátanos de Canarias, carnes caducadas o alimentos en estado de descomposición tratados con lejía.
Las intervenciones llevaron a cabo por el grupo Seprona de la Guardia Civil han tenido lugar en varias provincias, incluyendo Huelva, Mallorca, Alicante, Vigo y Santa Cruz de Tenerife, en las que se han presentado cargos por delitos como estafa, fraude alimentario y falsificación de documentos.
La Guardia Civil ha revelado que se han confiscado 1.167 toneladas de alimentos congelados por haber superado la fecha de caducidad y por no reunir las condiciones adecuadas de calidad. En Vigo, una persona ha sido detenida y ocho son objeto de investigación por cuestiones relacionadas con la salud pública y el fraude alimentario.
El impacto de esta macrooperación es notable, ya que se han incautado en total 11.500 toneladas de productos ilegales, con un valor estimado en más de 95 millones de euros. En el lote se incluyen productos tan variados como bebidas alcohólicas, cereales, frutas y pescados, todos ellos potencialmente peligrosos para la salud pública.
Durante la operación, los agentes llevaron a cabo más de 2.091 inspecciones y registros en diversos lugares, incluyendo centros de distribución, puertos y aeropuertos, detectando un total de 1.219 infracciones administrativas.
La colaboración internacional ha sido crucial, ya que la investigación se ha realizado en 31 países, resultando en 101 órdenes de detención y la desarticulación de 13 organizaciones criminales, con 631 individuos denunciados hasta la fecha.
Uno de los hallazgos más preocupantes ha sido la infiltración de grupos delictivos en las empresas de gestión de residuos, donde intentan recuperar alimentos caducados que deberían ser destruidos, manipulando las fechas de vencimiento para volver a introducirlos en el mercado con etiquetas falsificadas.
Además, se ha observado un aumento en los ataques a productos con denominación de origen protegida, lo que agrava la situación del fraude alimentario en el país.
En Alicante, se descubrió una empresa que comercializaba bananas de Madeira como plátanos de Canarias, a pesar de haber perdido su certificación para la venta. Esta entidad utilizaba documentación aduanera falsa para introducir ilegalmente 2.000 toneladas de este producto en el mercado.
Por otro lado, en Santa Cruz de Tenerife, un individuo ha sido investigado por vender pescados y mariscos en mal estado y sin trazabilidad. Se incautaron 25 toneladas de productos alimenticios que no cumplían las normativas sanitarias.
En Mallorca, se han realizado investigaciones sobre cinco personas vinculadas a una industria cárnica que procesaba alimentos caducados, además de manipular la trazabilidad y descontaminar productos con lejía. Se encontraron 231 kilos de alimentos no aptos para el consumo.
Por último, en Huelva, con la colaboración de Europol y la Policía Marítima de Portugal, se ha desmantelado un grupo que comercializaba moluscos bivalvos no aptos para el consumo, procedentes de Portugal. Se han intervenido alrededor de siete toneladas de este tipo de mercancía, resultando en seis personas detenidas.
Esta operación ha contado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), reflejando el compromiso del gobierno por garantizar la seguridad alimentaria en el país.
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