
En medio de un clima de tensión política, Gonzalo Muíños ha reiterado que el pleno del Ayuntamiento de Santiago no debería haberse llevado a cabo hasta que la situación judicial en la que se encuentran los cuatro concejales expulsados del PSOE fuese aclarada. Muíños, junto a sus compañeras Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez, ahora ediles no adscritos, ha manifestado sus preocupaciones sobre la legalidad de las decisiones que se están tomando en el pleno.
Este viernes, durante una sesión extraordinaria, se formalizó el cambio de estatus de los concejales expulsados, lo que ocasionó una reconfiguración en la disposición de los asientos. Sindo Guinarte asumió el rol de portavoz del grupo socialista, ocupando el lugar que previamente pertenecía a Muíños, con la presencia de Marta Abal a su lado, mientras que los ediles no adscritos se encontraban en una fila inferior.
La alcaldesa Goretti Sanmartín abrió la sesión iniciando el debate sobre la toma de conocimiento del paso a no adscritos y las modificaciones de las comisiones de estudio. Fue en este momento que Muíños tomó la palabra, insistiendo en que no se había debido celebrar el pleno antes de una resolución judicial. Cuestionó la justificación de llevar a cabo el pleno en un contexto de incertidumbre legal, sugiriendo que el acto podría ser una interferencia en el proceso judicial en curso.
"Es difícil de explicar a la ciudadanía lo que está ocurriendo", lamentó Muíños, quien también denunció que este cambio de estatus busca aislar políticamente a cuatro concejales en un intento de limitar su representación. Resaltó que la situación es desproporcionada en comparación con la configuración actual de los grupos municipales.
El concejal hizo hincapié en la importancia de la representación democrática, cuestionándose si deberían ser representantes de un partido o de los ciudadanos que los eligieron. "Nosotros continuaremos defendiendo los intereses de las 10.000 personas que confiaron en nosotros", subrayó Muíños, reafirmando su compromiso con el electorado.
Asimismo, se comprometió a seguir participando en las comisiones, argumentando que es un derecho fundamental que debe ser garantizado. Tras su intervención, Sindo Guinarte comentó que el Grupo Municipal Socialista está comprometido con el cumplimiento de las normas y que el proceso que se estaba siguiendo era totalmente válido.
En un tono desafiante, Muíños demandó al gobierno local que evite cuestionar la independencia de otros partidos y su papel en la ciudad, enfatizando que su prioridad es servir a los intereses de Santiago por encima de las agendas partidistas.
Finalmente, Sanmartín defendió la necesidad de esta modificación, asegurando que está alineada con la normativa vigente, y se busca garantizar que todas las voces del Ayuntamiento sean escuchadas. A pesar de la controversia, los partidos del gobierno y los concejales no adscritos apoyaron la modificación, mientras que el Partido Popular optó por la abstención en la votación.
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