VIGO, 24 de abril. La Audiencia Provincial de Pontevedra, localizada en Vigo, ha dictado una severa sentencia de 15 años de prisión para un hombre, que fue juzgado el pasado 7 de abril, bajo la acusación de haber sometido a su pareja sentimental y su hijo menor a un prolongado periodo de abusos sexuales.

El tribunal ha determinado que el acusado, quien mantuvo una relación con la madre del menor entre 2002 y 2018, se aprovechó de la cercanía familiar para llevar a cabo actos de agresión sexual continuada sobre el niño. Las violaciones comenzaron cuando la víctima tenía apenas 9 años y se extendieron hasta que cumplió 17.

Los abusos abarcaron desde tocamientos hasta penetraciones y otros tipos de agresiones, con el perpetrador utilizando amenazas para asegurarse de que el menor mantuviese silencio sobre lo que ocurría.

La declaración del joven, quien testificó a través de videoconferencia en el juicio debido al intenso miedo que sentía hacia su agresor, ha sido considerada crucial por el tribunal. Este testimonio fue corroborado por varios testigos, incluyendo la expareja del menor, su madre y un hermano, quien reveló que también fue víctima de abusos por parte del mismo individuo.

El tribunal hizo referencia a una impactante conversación de WhatsApp entre madre e hijo, donde se ponían de manifiesto las amenazas y abusos sufridos. Además, el testimonio de la psicóloga que ha estado tratando al menor y las conclusiones de forenses indicaron que el joven presenta síntomas claros de un trastorno de estrés postraumático relacionado con las agresiones.

La sala ha resaltado la coherencia y solidez del testimonio del joven, sin detectar contradicciones significativas, y ha expresado su plena certeza en la veracidad de los hechos, a pesar de que el acusado los negó enérgicamente durante el juicio.

Como resultado de estos hallazgos, el tribunal ha declarado al hombre culpable de un delito continuado de agresión sexual, condenándolo a 15 años de cárcel y prohibiéndole la proximidad o cualquier comunicación con la víctima por un periodo de 25 años. Así mismo, se le ha privado de la patria potestad respecto a su hijo menor durante 10 años y se le ha inhabilitado para trabajar en cualquier actividad que implique el contacto con menores.

Al salir de prisión, el condenado deberá cumplir con un régimen de libertad vigilada durante los siguientes 10 años y participar en un programa de educación sexual. Además, se ha dictado que deberá indemnizar a la víctima con la cantidad de 35,000 euros.

Por otro lado, tras los testimonios reveladores proporcionados por el hermano de la víctima, la Audiencia ha decidido remitir el caso del testigo a la Fiscalía para que se tomen las acciones necesarias ante las denuncias de abuso también contra él.

Durante su declaración, el hermano admitió que conocía los abusos sufridos por su hermano, pero se había mostrado reacio a que se denunciara por miedo a afectar a la familia. Sin embargo, en el juicio confesó que él también había sido víctima de tocamientos cuando tenía entre 12 y 14 años, realizando una reflexión sobre su decisión de hablar solo en este momento. En su relato, recordó cómo el acusado intentó masturbarlo bajo el pretexto de una supuesta condición médica y expresó su arrepentimiento por no haber brindado apoyo a su hermano desde el inicio.