
El interventor municipal ha alertado sobre el riesgo de un posible “fraude de ley” en las recientes modificaciones presupuestarias relacionadas con el área social, debido a su financiamiento proveniente del remanente de Tesorería.
OURENSE, 21 de julio.
En un pleno extraordinario celebrado el pasado lunes, el Ayuntamiento de Ourense aprobó sus primeras cuentas después de cinco años de prórrogas, alcanzando un importe total de 116,7 millones de euros. El presupuesto, que contó únicamente con el respaldo del grupo Democracia Ourensana, logró salir adelante gracias a la abstención del Partido Popular, a pesar de la oposición decidida del PSdeG y BNG.
El inicio de esta sesión, la primera bajo la dirección de Francisco Cacharro como secretario, estuvo marcado por la discusión y votación de dos modificaciones presupuestarias, que culminaron en la aprobación del plan fiscal. La primera modificación, que destina 1,7 millones a la política social, y la segunda, que asigna 5,1 millones para mejorar el Parque Coto Canedo, obtuvieron el visto bueno inicial.
No obstante, el interventor Gonzalo Alonso enfatizó que las modificaciones en el área social pueden equipararse a un “fraude de ley” al depender de recursos no directamente asignados a dicha área, algo que él califica como una solución temporal y poco sustentable.
El primer ajuste presupuestario recibió el apoyo de Democracia Ourensana y la crítica de PSdeG, quien lo describió como “parches que no abordan de fondo los problemas existentes en la política social local”.
En cuanto al segundo crédito destinado al Parque Canedo, Democracia Ourensana lo presentó como el proyecto de inversión más relevante en la historia del Ayuntamiento, aunque la oposición, en bloque, optó por abstenerse durante la votación.
La concejala del PP, Ana Méndez, subrayó que aunque los nuevos presupuestos no reflejan la visión del Partido Popular, su grupo continuará trabajando activamente y reivindicando su influencia en las mejoras implementadas. Criticó a sus opositores, acusándolos de inacción y de un enfoque sistemáticamente negativo.
Desde la oposición, los populares denunciaron al BNG por recurrir a discursos alarmistas, instándoles a que presentaran propuestas alternativas en lugar de limitarse a criticar. Méndez agregó que la verdadera responsabilidad sobre el cumplimiento de los presupuestos recae en el alcalde.
Los nacionalistas por su parte, calificaron la aprobación como un “sarcasmo” impulsado por el PP y Democracia Ourensana, acusando a estos últimos de dejarse llevar por la influencia del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, alady que esta medida implica una carga tributaria adicional para los ciudadanos de Ourense.
Luís Seara, portavoz del BNG, expresó su frustración hacia el alcalde, tildándolo de “acoso” y condenando la falta de transparencia del gobierno local, a la vez que caracterizó el presupuesto como inviable desde su concepción.
En paralelo, el PSdeG mostró su descontento afirmando que la propuesta presupuestaria llega con un notable retraso y criticó al Ayuntamiento por ser uno de los más morosos del país. Natalia Beneítez, concejala socialista, destacó la falta de una planificación efectiva, enfatizando los efectos negativos en el comercio local y el sector del termalismo, describiendo la situación como un simple “paquete de migajas”.
El PSdeG alertó también que la dinámica de colaboración entre Democracia Ourensana y el PP podría resultar en un uso erróneo de los presupuestos al servicio de intereses específicos, acusando al gobierno de “vender ilusiones”.
Por otro lado, el alcalde defendió la notable expansión de los fondos destinados a políticas sociales bajo su mandato, insistiendo en que el gasto municipal siempre puede mejorarse y sugiriendo que la responsabilidad debería ser asumida por la Xunta de Galicia. Además, cargó contra el PSdeG por su enfoque crítico y expresó su gratitud hacia el PP por facilitar el diálogo y la negociación.
La concejala de Dinamización, Hacienda y Política Social, Tamara Silva, lamentó que el BNG desestime los informes vinculados y defendió que el presupuesto actual representa una de las mayores inversiones en la historia de Ourense.
Finalmente, el concejal de Deportes, Aníbal Pereira, resaltó la importancia del turismo deportivo como motor de desarrollo en la ciudad y aseguró que este presupuesto promete facilitar futuros avances en este ámbito.
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