Un sofisticado método de ocultación de drogas ha sido descubierto por la Guardia Civil, tras la detención de dos jóvenes madrileños que transportaban un considerable cargamento de hachís en un vehículo modificado especialmente para esta actividad ilícita.

El incidente ocurrió en la autopista AP-9, a la altura de Betanzos, A Coruña, el pasado 15 de enero. Los detenidos, de solo 26 años, fueron interceptados en el peaje de Macenda durante un control rutinario, donde los agentes notaron un fuerte olor a hachís emanando del automóvil.

A pesar de que en la primera inspección no se halló ninguna sustancia ilegal, los agentes encontraron en el vehículo dos navajas, un machete y una suma significativa de 5.000 euros en efectivo. Ante la inquietud generada por estos hallazgos, la Guardia Civil decidió llamar a un equipo especializado en detección de drogas para una revisión más exhaustiva.

La intervención del perro detector fue clave, ya que el can pronto señaló la presencia de estupefacientes ocultos ingeniosamente bajo los asientos traseros del coche. Este modelo contaba con un sistema hidráulico ingenioso que permitía alzarlos para acceder a un compartimento oculto, revelando así la sustancia prohibida.

Los ocupantes del vehículo, que se mostraron cooperativos durante el proceso, incluso mostraron a los agentes cómo funcionaba el sistema hidráulico, lo que resultó en la revelación del escondite donde se encontraba el hachís. En total, la cantidad de droga asegurada ascendió a 11 kilogramos.

Tras su detención, ambos individuos fueron trasladados a las instalaciones de la Guardia Civil y, al día siguiente, fueron presentados ante la jueza del juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Betanzos. La jueza, tras evaluar la situación, decidió ordenar su ingreso en prisión, sendando un firme aviso contra el tráfico de sustancias ilegales en la región.