SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 de septiembre.

La lucha incansable contra los incendios forestales continúa en Galicia, donde uno de los recientes siniestros en O Bolo ha sido finalmente controlado después de consumir 273 hectáreas. Sin embargo, no todo es tranquilidad, ya que en la noche del domingo surgió un nuevo incendio en Lobios, dentro del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Consellería do Medio Rural, actualmente hay tres incendios en activo en la región: en Pantón, A Fonsagrada y Lobios. Afortunadamente, no se han emitido alertas de confinamiento ni desalojos en las últimas horas, lo que es un alivio para las comunidades afectadas.

El incendio de O Bolo, que se desató el jueves a las 23:47 horas en la parroquia de Vilaseco, fue extinguido a la 1:31 de la madrugada del domingo, tras lamentar la pérdida de 273 hectáreas, incluyendo 192 hectáreas de monte raso y 81 de arbolado. Este incidente subraya la fragilidad de nuestros ecosistemas.

En la misma madrugada de este domingo, a las 5:09 horas, un nuevo fuego se declaró en el municipio de Lobios, específicamente en Río Caldo. Las primeras estimaciones indican que este incendio ha afectado a una hectárea dentro de las fronteras protegidas del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés, lo que preocupa a los defensores del medio ambiente.

Por otro lado, el incendio en Pantón, en la provincia de Lugo, sigue activo y ha llevado a la activación de la situación 2 en modo preventivo. Este incendio ha devastado ya 2.000 hectáreas, afectando incluso a la localidad vecina de Sober, adonde se expandió el viernes.

En A Fonsagrada, también en Lugo, se registra otro incendio que el pasado sábado se originó en la parroquia de Trobo. Este fuego ha impactado hasta ahora en unas 30 hectáreas, sumando más desafíos para los equipos de extinción.

Finalmente, en Barreiros, el incendio que comenzó el pasado martes en la parroquia de San Xusto de Cabarcos se mantiene controlado, afectando a una superficie de 140 hectáreas de bosque. Este es un recordatorio de que la gestión del riesgo de incendios es una prioridad que no podemos pasar por alto.