En Galicia, la llegada de la primavera es celebrada con una de las fiestas más populares y coloridas de la región: Os Maios. Esta festividad, que tiene lugar a finales de abril o principios de mayo, está llena de música, bailes y decoraciones florales que alegran las calles de muchos pueblos y ciudades gallegas.
Los orígenes de Os Maios se remontan a la antigua tradición pagana de celebrar la llegada del buen tiempo y la fertilidad de la tierra. Durante esta época del año, se realizaban rituales en honor a las divinidades celtas de la naturaleza y se adornaban los campos con flores y ramas de árboles.
La Iglesia Católica intentó erradicar esta celebración y en su lugar instauró la fiesta de la Cruz de Mayo, que tenía un carácter más religioso. Sin embargo, los gallegos continuaron festejando la primavera con la tradición de Os Maios, que con el tiempo fue adquiriendo nuevos elementos y evolucionando hasta la fiesta que conocemos hoy en día.
La fiesta de Os Maios se celebra en diferentes localidades de Galicia, pero en todas ellas tiene características similares. Durante los días previos a la festividad, los vecinos organizan grupos para preparar los Maios, unas figuras hechas con ramas y flores que representan a personas o animales.
En algunos lugares, se realiza una competición para elegir al Mayo más bonito y original. Además, se organizan desfiles por las calles con música y bailes tradicionales, y se realizan actividades para los más pequeños de la casa, como juegos y pintacaras.
La celebración de Os Maios comienza la noche anterior con el encendido de la hoguera de San Marcos, una tradición que se realiza en muchos pueblos de Galicia para ahuyentar a los malos espíritus y dar la bienvenida a la primavera.
Después, los vecinos se reúnen alrededor de la hoguera para socializar y disfrutar de la música y el baile. En algunos lugares, se celebra también una cena comunitaria en la que se comparten platos típicos de la región.
El día de la festividad amanece con la colocación de los Maios en las plazas y calles de los pueblos. Los vecinos salen a la calle para admirar las figuras, que suelen estar acompañadas de carteles con mensajes humorísticos y críticas sociales.
En algunos lugares, como en la comarca del Barbanza, se celebra la festividad de una manera diferente. En vez de preparar Maios, los vecinos cogen las cruces de hierro que adornan los campos de la región y las trasladan a las plazas de los pueblos, donde se les coloca una corona de flores y se les canta.
Os Maios es una fiesta muy especial para los gallegos, que reúne tradición, cultura y diversión en un solo evento. Su origen pagano y su evolución hasta nuestros días lo convierten en un espectáculo lleno de matices y significados.
Cuesta resistirse a la alegría que transmite esta festividad, en la que los colores, la música y el baile invaden las calles. Por eso, acudir a Os Maios es una experiencia que todo aquel que quiera conocer Galicia en su esencia debería vivir al menos una vez en la vida.