El día de ayer en el Pazo do Hórreo marcó un tenso cierre de la sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien se vio en el centro de un acalorado debate con la líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Ana Pontón. Esta última exigió una "rectificación" después de que Rueda afirmara que el Partido Popular estaba intentado "imponer" un plan de trabajo en la comisión parlamentaria destinada a investigar los contratos de la Xunta durante la pandemia, incluyendo aquellos relacionados con Eulen, donde trabaja la hermana del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

La comisión, que surgió a instancias del BNG, también pone en el radar el modelo de financiación del Hospital Álvaro Cunqueiro. Pontón ya había requerido una aclaración de Rueda sobre este asunto, pero enfocó su crítica con mayor fuerza hacia las intenciones del PP, acusándolo de querer establecer su propia agenda sin diálogo.

En respuesta, Rueda no solo desmintió tales acusaciones, sino que se permitió ironizar sobre el interés del BNG en cuestiones de sanidad, sugiriendo que para ellos es solo una herramienta política que sirve para "revivir una comisión de investigación que se está desvaneciendo". Destacó que el plan de trabajo de la comisión está actualmente en "negociación".

Pontón había afirmado que desde el PPdeG se había comunicado la intención de no colaborar en la negociación del plan de trabajo, lo que encendió la indignación de Alberto Pazos Couñago, el portavoz del PP. Visiblemente alterado, Pazos tomó la palabra tras el debate para contestar, afirmando que "o miente o le mienten a la señora Pontón", añadiendo que esperaba que la verdad fuera lo que prevaleciera.

El portavoz popular subrayó que él mismo había instado a los nacionalistas a aclarar su postura con el propósito de "llegar a un acuerdo". No obstante, cuestionó la sinceridad del BNG al afirmar que planeaban apresurar el debate sobre el plan, ya que, según él, parecían tener conclusiones preestablecidas y no estaban interesados en llevar adelante la investigación.

Pazos finalizó su intervención pidiendo a los parlamentarios que "dejen de mentir", justo antes de que se convoque una reunión de la Mesa este jueves, donde se discutirá la documentación de las propuestas de trabajo y se establecerá una fecha para definir el plan definitivo.

Fuentes del Parlamento consultadas por Europa Press mencionaron que es probable que la reunión se realice este mismo viernes. Es importante destacar que el PP cuenta con mayoría absoluta en el Pazo do Hórreo, lo que les otorga una notable influencia sobre las decisiones relacionadas con las comparecencias.

La intervención de Pazos no pasó desapercibida, generando una protesta sonora por parte de los representantes del BNG, especialmente manifestada por Luís Bará y Olalla Rodil. En medio de este tumulto, Pontón solicitó la palabra, invocando el artículo 76.1 del reglamento de la Cámara para poder responder a los ataques.

Sin embargo, su petición fue denegada por el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, quien ha estado en el ojo del huracán tras una reciente controversia con su colega del PPdeG, Paula Prado. Santalices defendió su decisión al señalar que la interpretación del artículo que citaba el BNG estaba sujeta a su juicio como presidente, y aunque reconoció que las palabras de Pazos habían sido "obvias", no vio la necesidad de prolongar el debate.

Durante los momentos de tensión, Santalices tuvo que hacer frente a las críticas de la vicepresidenta segunda de la Cámara, Montse Prado, quien le instó a mantener una postura más institucional durante las discusiones.

Poco después de concluir el encuentro, el BNG emitió una convocatoria urgente para que su viceportavoz, Luís Bará, abordara las "falsas afirmaciones del PP sobre la comisión de investigación" y la negativa de los populares de negociar el plan de trabajo, evidenciando así la creciente tensión entre las fuerzas políticas en Galicia.