Rueda defiende la igualdad desde Galicia ante el independentismo.

El líder del PP gallego, Alfonso Rueda, ha dejado claro este viernes que no está dispuesto a permitir que Galicia sea discriminada en materia de financiación en comparación con otras comunidades como Cataluña. Después de exigir durante semanas la convocatoria de la Conferencia de Presidentes, rechaza tanto la vía de diálogo bilateral como aceptar migajas del "banquete" independentista.

Tras la reunión de los líderes territoriales del PP convocada por Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Rueda ha reafirmado que desde Galicia defenderá con firmeza la igualdad entre los españoles. Ha insistido en que es responsabilidad de Sánchez convocar a todos para discutir el reparto de recursos del nuevo sistema de financiación autonómica.

Sin embargo, ha criticado que el presidente del Gobierno incumple su obligación de convocar la Conferencia de Presidentes, lo cual atribuye a su intento de crear un modelo de financiación a medida del independentismo. Rueda rechaza cualquier intento de negociación bilateral.

Ha reprochado al Gobierno que insinúe que el resto de comunidades recibirán "sobras" debido a la generosidad con la que se tratará al independentismo. Considera esta actitud una falta de respeto y una discriminación flagrante, contraria a la Constitución, según ha expresado en su comparecencia ante los medios.

Feijóo y sus líderes territoriales han acordado un documento con una serie de demandas, incluyendo frenar el llamado cupo catalán pactado entre el PSOE y ERC, una inyección de 18.000 millones de los fondos Next Generation y la negociación de la financiación en foros multilaterales, rechazando la "bilateralidad tramposa" y las "subastas" del Gobierno de Pedro Sánchez.

"Todos a una", ha declarado Feijóo en una rueda de prensa durante un receso de la reunión con sus líderes territoriales para mostrar un frente común contra el cupo catalán y demostrar la importancia de la negociación multilateral en la financiación autonómica.

Tanto la Xunta como el PPdeG han criticado repetidamente la gestión de los fondos europeos por parte del Gobierno central, por lo que valoran significantemente que el manifiesto incluya la exigencia de una inyección económica de 18.000 millones de los fondos Next Generation.