El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha manifestado su disposición a considerar diferentes "posibles escenarios" en relación a la gestión del aparcamiento en Ourense, subrayando la necesidad de que el debate se produzca en el marco del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Para ello, el partido propone la creación de una "comisión político-técnica" que permita analizar con rigor las alternativas disponibles.

El 26 de noviembre en Ourense, el gobierno municipal está evaluando la posibilidad de notificar a la empresa concesionaria de la zona ORA su decisión de poner fin al contrato que lleva en vigor desde su vencimiento en 2016, y que ha sido prorrogado en varias ocasiones. No obstante, esta decisión final estará sujeta al voto del pleno de la Corporación, donde el partido que respalda al actual alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, no tiene mayoría suficiente para avanzar en esta medida.

En una nota de prensa, el Ayuntamiento sostiene que no está legalmente obligado a continuar con un contrato de un servicio que ya ha expirado. Por lo tanto, están considerando dejar sin efecto el acuerdo vigente a partir del próximo 1 de enero de 2025. Esta decisión marcaría un cambio significativo en la gestión del espacio público en la ciudad, que podría comenzar el año sin servicio de zona ORA.

Una vez que se terminen los procedimientos para formalizar el nuevo pliego de condiciones, el Ayuntamiento pretende llevar al pleno la propuesta de eliminar la regulación actual del aparcamiento. Sin embargo, la permanencia del servicio de aparcamiento regulado dependerá de las decisiones que tome la mayoría en el pleno, según han indicado desde el gobierno municipal.

En el hipotético caso de que la Corporación optara por mantener el sistema de aparcamiento de pago, el nuevo contrato no entraría en vigor hasta finales de 2025. Esto podría generar una situación peculiar, donde el inicio del año nuevo se produzca sin la zona ORA en funcionamiento, solo para reactivarse algunos meses más tarde.

En el presente, Ourense cuenta con 750 plazas en la zona azul, una cifra que ha disminuido considerablemente desde las más de 1.000 que existían hace dos décadas, principalmente debido a las iniciativas de peatonalización y la creación de zonas de carga y descarga. La administración municipal anticipa que esta tendencia, junto con la implementación de calles con acceso restringido y la instalación de áreas para bicicletas eléctricas y puntos de recarga para vehículos, hará que la disponibilidad de plazas ORA caiga por debajo de las 500.

El alcalde, por su parte, ha señalado que el sistema ORA se basa en un concepto erróneo de rotación que no ha logrado aplicarse de manera efectiva, argumentando la necesidad de eliminar lo que consideran una "mala idea" en la regulación del aparcamiento en la ciudad.

Además, el Ayuntamiento está considerando extender a otras áreas de la ciudad un proyecto piloto de aparcamiento exprés gratuito en las cercanías de colegios, similar al implementado recientemente en San Francisco, como parte de su enfoque hacia una movilidad más accesible y ordenada.

En respuesta a estos planes, el portavoz municipal del BNG, Luís Seara, ha expresado su disposición a "evaluar posibles escenarios", aunque subraya que cualquier discusión debe estar sólida y claramente enmarcada dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). En este sentido, Seara ha insistido en la importancia de contar con informes que respalden cualquier medida adoptada y ha requerido que se presenten sobre la mesa "posibles alternativas", sugiriendo la creación de la mencionada "comisión político-técnica."

El portavoz del BNG ha hecho alusión a la frecuencia con que el alcalde ha prometido cambios en el sistema actual, reconociendo que ya ha perdido la cuenta de la cantidad de veces que se ha planteado esta idea. La última ocasión fue en mayo, cuando los nacionalistas denunciaron que esta propuesta carecía de un fundamento documental claro. "O al menos nosotros no lo hemos podido conocer", ha añadido Seara.

Por último, el portavoz ha advertido sobre las potenciales repercusiones que la eliminación de la zona ORA podría tener en la movilidad de Ourense. Seara señala que tomar decisiones "fuera de contexto" en relación al PMUS, sin contar con una alternativa viable, podría provocar efectos adversos en una ciudad que maneja aproximadamente 150.000 vehículos. La necesidad de abordar estos cambios con responsabilidad y previsión es fundamental para garantizar un entorno urbano que responda a las necesidades de sus habitantes.