El pleno del Parlamento ha aprobado la polémica ley de promoción de los beneficios sociales y económicos de proyectos que utilizan los recursos naturales de Galicia, con el respaldo del PPdeG y la oposición en contra, formada por el BNG y el PSdeG. Según los críticos, esta norma busca hacer un lavado verde de la política de la Xunta, pero en realidad impulsa una mayor privatización en la región.
Esta ley, que el PP defiende como una forma de facilitar la implantación de proyectos que cumplan con los requisitos medioambientales, incorporó nueve enmiendas tras su paso por la Cámara: una del PP, cinco del Bloque y tres de los socialistas, dos de las cuales fueron transaccionadas.
Durante el debate parlamentario, la oposición acusó al grupo mayoritario de pasar por encima de sus propuestas y de desaprovechar la oportunidad de mejorar la legislación. Tanto el PSOE como el BNG calificaron la ley como un cajón de sastre y una muestra de la falta de consenso en materia ambiental.
El diputado del PSOE, José Manuel Golpe, criticó que la ley no promueva un uso sostenible de los recursos naturales y que favorezca la privatización en detrimento del interés público. Por su parte, el parlamentario Alberto Pazos defendió la importancia de las aportaciones de la sociedad civil al texto final.
Además, la introducción de una sociedad mixta como Recursos de Galicia y la comercializadora de energía por parte de la Xunta han generado preocupación en la oposición. La diputada Patricia Iglesias del PSdeG advirtió que estas iniciativas podrían violar normas de competencia y favorecer prácticas desleales, como la venta a pérdidas.
En medio de críticas y discrepancias, la ley se aprobó con el apoyo del PPdeG, que destacó la importancia de aprovechar los recursos naturales para impulsar la generación de energía renovable. Aunque se advierte que los proyectos deben cumplir con las exigencias ambientales, la oposición lamenta que no se hayan fortalecido las garantías en este sentido.
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, no pudo intervenir al final del debate debido a un error en la presidencia del Parlamento, lo que generó críticas por parte de la oposición, que consideró que se vulneraron los procedimientos establecidos. A pesar de las diferencias, la ley se aprobó y supone un paso más en la regulación de los proyectos que utilizan los recursos naturales en Galicia.
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