En un ambicioso esfuerzo por abordar la creciente demanda de vivienda en Galicia, la Xunta ha dado a conocer su plan para el desarrollo de suelo residencial en siete áreas clave, que incluyen Mallou en Santiago, Monte Mero en A Coruña, Sagrado Corazón en Lugo, San Mauro en Pontevedra y Ofimático en Vigo.

El anuncio se realizó el 27 de noviembre en Santiago de Compostela, donde se destacó que de las 15.110 viviendas que se proyectan en esta primera fase, solo 2.400 serán promovidas directamente por el Gobierno gallego, lo que representa un modesto 16% del total. Esto deja el restante 84%, es decir, 12.710 viviendas, en manos de constructores privados.

Este viernes, la Xunta iniciará la licitación de proyectos de interés autonómico, que fueron aprobados en la reunión del Consello de la Xunta de la semana pasada, con un presupuesto de 2,6 millones de euros. Estas iniciativas son fundamentales para llevar a cabo la construcción de las mencionadas 15.110 viviendas, distribuidas a lo largo de diversas localidades de la comunidad autónoma: A Coruña con 4.310 unidades, Santiago con 3.460, Vigo con 2.300, Pontevedra con 2.040, Ourense con 1.640, Lugo con 1.200 y Arteixo con 160.

La conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, aprovechó una rueda de prensa este miércoles para subrayar que el objetivo general de esta estrategia es alcanzar un total de 25.000 viviendas, de las cuales 20.000 serán de protección y 5.000 de promoción libre.

La información proporcionada por Allegue y el secretario xeral de Vivenda, Heriberto García, establece que de las 15.110 viviendas de esta primera etapa, el 20% será de venta libre, lo que equivale a 3.022 unidades, mientras que el 80% restante serán viviendas protegidas, sumando 12.000. De estas protegidas, 2.400 serán promovidas por la Xunta y 9.600 por empresas constructoras privadas.

El Gobierno autonómico ha previsto que el 20% de las viviendas en venta y el 40% de aquellas destinadas al alquiler se reserven específicamente para personas menores de 36 años, en un intento por facilitar el acceso a la vivienda para los jóvenes gallegos.

Allegue hizo hincapié en la necesidad de suelo urbanizado en todo el país y explicó que, ante esta circunstancia, la Xunta decidió dar un paso al frente al aprobar una estrategia de desarrollo de suelo residencial que apunta a satisfacer las necesidades habitacionales de la población.

Para garantizar el éxito de esta iniciativa, la consellería se ha puesto en contacto con los ayuntamientos de las siete ciudades más grandes y sus zonas colindantes. Como resultado de estos diálogos, se han encargado estudios de viabilidad urbanística, cuyos resultados ya han sido recibidos, permitiendo así avanzar en la licitación de los proyectos de interés autonómico.

Esto implica, según ha aclarado la conselleira, que se llevará a cabo tanto el desarrollo como la gestión de los proyectos de expropiación forzosa necesarios para la parcelación del suelo. Además, la consellería ha trabajado para establecer un cronograma de acciones que detalle las intervenciones a realizar.

En concreto, se tiene previsto actuar en diversas áreas: en Santiago, se intervendrá en Mallou, abarcando aproximadamente 35 hectáreas; en A Coruña, en Monte Mero, con 43 hectáreas; en Arteixo, en A Baiuca-Penouqueira, que cuenta con 8 hectáreas; en Lugo, en el barrio Sagrado Corazón, ocupando 12 hectáreas; en Pontevedra, en San Mauro, con 20 hectáreas; en Ourense, en Escorial-Vinteún, con 16 hectáreas; y en Vigo, en el área de Ofimático, con 20 hectáreas.

El cronograma revela que la expropiación, la parcelación y los proyectos de urbanización están previstos hasta 2028. A este respecto, Allegue destacó que se han implementado medidas de flexibilización que podrían reducir a la mitad los tiempos de emisión de informes autonómicos.

La conselleira espera que los contratos para las consultoras que elaborarán estos proyectos se adjudiquen para el próximo verano, lo que acompañará a las gestiones de expropiación a realizar. La meta es tener los proyectos listos para julio de 2026.

El compromiso es claro: para 2028 se espera que el suelo esté completamente parcelado, lo que permitirá licitar la urbanización y simultanear el desarrollo urbanístico con la construcción de las viviendas.

En definitiva, este proyecto de largo alcance contempla que para 2028 se disponga de un suelo urbano consolidado para edificar viviendas tanto libres (20%) como protegidas (80%), dividiendo la promoción entre lo público (20% de las protegidas) y lo privado (80% de las protegidas), que se someterá a concurso.

Finalmente, la conselleira valoró la respuesta y colaboración de los ayuntamientos, a los que extendió una invitación a participar activamente en este proceso junto a la Xunta, resaltando la voluntad conjunta de trabajar por un Galicia más accesible en términos de vivienda.