La Xunta cambia el enfoque de la candidatura de Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad hacia el agua.

En un nuevo giro estratégico, la Xunta de Galicia ha apostado por centrar su propuesta para la declaración de la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad en la interacción del agua con el territorio. Este enfoque será sometido a evaluación este viernes por el Consejo de Patrimonio Histórico de España, que se reunirá en La Palma con la esperanza de obtener el visto bueno y que la candidatura gallega sea la elegida por el Estado español en la próxima reunión de la Unesco en 2026.

Tras la retirada de la candidatura en 2021 debido a un informe desfavorable de Incomos, el Gobierno gallego ha decidido rediseñar el proyecto, abandonando la sacralización del territorio del sur de Lugo y el norte de Ourense para enfocarse en el agua como elemento central de la propuesta.

Así lo ha detallado el conselleiro de Cultura en funciones, Román Rodríguez, en una rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta de este jueves. Rodríguez explicó que, siguiendo la presentación del presidente gallego, Alfonso Rueda, se han establecido los detalles de este nuevo intento por añadir la Ribeira Sacra a la lista de Patrimonio Mundial, en la que ya figuran el Camino de Santiago, el casco histórico de Santiago de Compostela, la Muralla de Lugo y la Torre de Hércules.