PONTEVEDRA, 10 de noviembre - En un preocupante incidente ocurrido el pasado fin de semana en el campo de fútbol Príncipe Felipe, la Policía Local de Pontevedra tuvo que intervenir para garantizar la seguridad de un árbitro tras recibir amenazas por parte de un aficionado, en este caso, el padre de uno de los jugadores.
Según lo informado por el Ayuntamiento, los hechos se desarrollaron durante la tarde del sábado 2 de noviembre, alrededor de las 14:30 horas. La solicitud de auxilio a las fuerzas del orden llegó en medio de un ambiente tenso, lo que llevó a los agentes a dirigirse al recinto deportivo para resguardar la integridad del árbitro, quien se sentía amenazado por un espectador en particular.
Una vez en el campo, el árbitro narró a los agentes que, durante el transcurso del partido, había sido objeto de insultos y amenazas por parte de un padre, quien le dijo que lo esperaba a la salida, sugiriendo una posible agresión física. Este tipo de comportamiento inaceptable no solo impacta a los colegiados, sino que refleja una falta de civismo que debería ser inexcusable en el deporte, especialmente en un entorno que sirve de ejemplo para los jóvenes.
Gracias a su conocimiento previo del individuo, el árbitro logró identificar al padre agresor. No obstante, al salir del campo, los agentes de policía detectaron que la persona denunciada no se encontraba en los alrededores, lo que permitió al colegiado salir con tranquilidad, aunque con una experiencia que seguro marcará su relación con ese escenario deportivo en el futuro.
La Policía ha subrayado que, aunque estas actitudes no sean consideradas delitos, son absolutamente inaceptables desde una perspectiva cívica. Este tipo de comportamientos se alejan enormemente de la educación y los valores que deben inculcarse en las nuevas generaciones, quienes buscan en el deporte un espacio de fair play y respeto mutuo.
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