El sábado por la tarde, un feroz incendio arrasa una nave industrial de suministros agrícolas en Amorín, un pequeño municipio de Tomiño, en la provincia de Pontevedra. Las llamas han obligado a la Xunta a activar el Plan de Emergencias Territorial de Galicia (Platerga).
La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, ha confirmado a Europa Press la magnitud del desastre, destacando la rápida respuesta de los equipos de bomberos, que han desplegado una decena de camiones para tratar de sofocar el incendio.
Afortunadamente, no se han reportado heridos, aunque los daños materiales son graves, especialmente en la nave industrial que ha quedado prácticamente consumida por el fuego. Además, el incendio ha alcanzado una zona forestal cercana, generando una espesa columna de humo visible a varios kilómetros de distancia.
El fuego ha devorado suministros de plásticos y abono, añadiendo preocupación a la situación. Ante el riesgo latente, la Xunta ha coordinado un operativo en el que participan equipos de bomberos de diferentes localidades cercanas, así como autoridades portuguesas que han acudido en apoyo.
La Consellería do Medio Rural ha desplegado motobombas, brigadas y agentes adicionales para frenar el avance de las llamas. La colaboración entre todos los organismos implicados, incluidos la Guardia Civil y Protección Civil, es fundamental para controlar la situación lo antes posible y evitar que el incendio se propague aún más.
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