VIGO, 16 Nov. - En la última jornada del juicio por la paliza a dos jóvenes en Vigo, la Fiscalía ha mantenido su petición de 6 años y casi 5 años de cárcel para los acusados. La representante del Ministerio público ha señalado que ha quedado acreditada la participación de ambos acusados en esa agresión. Si bien admite que uno de ellos llevó a cabo las agresiones más graves, señala que el otro acusado no intentó mediar ni frenar a su amigo. Además, mantiene que en la agresión más grave, el de lesiones con deformidad, concurre el ensañamiento.

Además de las declaraciones de los testigos, la Fiscal ha señalado que hay otras pruebas en su contra, como la geolocalización de los móviles, el informe de acústica forense y el estudio de los tatuajes de uno de ellos. En su informe final, ha destacado las "casualidades" que rodean al caso: los acusados estaban esa noche en la zona donde ocurrió la paliza, cerraron sus perfiles en redes sociales tras los hechos, y "se afeitaron la barba y se cortaron el pelo para la rueda de reconocimiento".

Del mismo modo, las acusaciones particulares, en representación de las víctimas, también han mantenido su petición de penas inicial: 6 y 5 años de prisión respectivamente, apreciando también la agravante alevosía. Las letradas han coincidido con las tesis de la Fiscalía sobre la coautoría de los delitos y el enseñamiento, pero han añadido que los procesados "urdieron un plan" para agredir a estos dos chicos. Al respecto, han recordado que uno de los testigos declaró haber escuchado a uno de los acusados como decía al otro: "les llamamos para que vengan y les damos de hostias".

En cuanto a las defensas, el letrado de uno de los acusados ha cuestionado algunos de los testimonios y ha reclamado la libre absolución. Ha insistido en que su patrocinado, "si es que es el que se ve en el vídeo", "no tomó parte directa en ninguna acción". Por su parte, la abogada del otro acusado ha negado la participación de su cliente en esos hechos y ha cuestionado las pruebas presentadas, afirmando que no ha habido identificación plena del acusado.

Al término del juicio, uno de los acusados ha denunciado la exposición pública a la que ha estado sometido y ha afirmado: "Yo no pegué ni lesioné a nadie".