La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha dictado sentencia en la que condena a 3 años y 10 meses de prisión a una enfermera de Vigo, María del Carmen C.C., por intoxicar con fármacos a su hija de corta edad, a la que administró medicamentos inapropiados para una niña, con el fin de "culpar al padre" (del que estaba separada) para que se le prohibiera relacionarse con la menor.

La resolución del tribunal provincial, que considera probado el "proceder perverso y premeditado" de la madre, señala que la acusada, que tenía la custodia de su hija, le administró de forma continuada fármacos como tramadol, flecainida y prometazina. Estos medicamentos fueron administrados a la niña entre finales de enero de 2017 y finales de diciembre de 2019, cuando la pequeña tenía entre uno y cuatro años y medio de edad.

La Audiencia destaca que el tribunal considera que la exposición a los medicamentos debió provenir del entorno de la niña, y no pudo probarse una contaminación externa. Además, los exámenes toxicológicos revelaron que la menor había estado expuesta a los fármacos incluso en períodos en los que no había tenido contacto con el padre o la familia paterna. La madre acudió al médico varias veces para expresar sus sospechas de maltrato por parte del padre, alegando que la niña presentaba síntomas después de las visitas con él.

La Audiencia concluye que la acusada, siendo enfermera, conocía perfectamente los efectos de esos medicamentos y tenía acceso a ellos. Por tanto, considera probado que su actuación fue "proceder perverso y premeditado". Con base en esto, se le ha condenado por un delito contra la salud pública y un delito de maltrato en el ámbito familiar, sin que se haya producido un daño físico a la niña.

La sentencia establece que María del Carmen C.C. debe cumplir una pena total de 3 años y 10 meses de cárcel, así como la prohibición de portar armas durante dos años y medio, y la inhabilitación para ejercer la patria potestad de la menor durante 24 meses. Además, se determina que la custodia de la niña debe ser otorgada al padre.

Cabe destacar que esta enfermera ya había sido condenada anteriormente por revelación de secretos, al acceder sin autorización al historial médico de su expareja y la novia de éste. En ese caso, María del Carmen reconocido los hechos y mostrado arrepentimiento, pero la Audiencia le impuso una pena de prisión, indemnización y una inhabilitación de 9 años.