El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha declarado desierto el proceso de licitación pública para contratar la práctica de interrupciones voluntarias de embarazos de hasta 14 semanas, al no presentarse ninguna oferta al concurso. La resolución de la Xunta, firmada por la gerente del Sergas, explica que en una reunión de la mesa de contratación se constató la falta de ofertas, por lo que se propuso la declaración del concurso como desierto.

Ante esta situación, la legislación permite recurrir a un procedimiento negociado sin publicidad o reiniciar el proceso de licitación con cambios en las condiciones para favorecer la participación de clínicas interesadas. La Consellería de Sanidade ha señalado que la Dirección Xeral de Asistencia Sanitaria está evaluando las propuestas sobre cómo dar continuidad a las interrupciones voluntarias del embarazo y que se tomará una decisión en el futuro.

Sanidade ha defendido el proceso de contratación y ha asegurado que seguirá garantizando esta prestación en Galicia. Los pliegos del contrato se justificaban por el incremento y continuidad de la prestación asistencial y la falta de recursos, tanto materiales como humanos, en el sistema sanitario. Además, se menciona el derecho de los facultativos a ejercer la objeción de conciencia.

El contrato que salió a concurso tenía una duración inicial de tres años y un valor estimado de casi 1,4 millones de euros. Si se añaden posibles prórrogas y modificaciones, el total ascendería a más de 2,5 millones de euros. El contrato se divide en dos lotes con diferencias significativas en las cantidades asignadas a cada área sanitaria.

Según el Sergas, esta licitación cubriría alrededor de 805 abortos al año, la mayoría con el uso de instrumental y solo cuatro con métodos farmacológicos. Un informe enviado al Parlamento gallego muestra que entre 2020 y 2022 se realizaron un total de 10.515 abortos en Galicia, de los cuales el 64,32% fueron en el Sergas y el 35,68% en clínicas privadas autorizadas.