En un incidente insólito en la localidad de Lourenzá, la Guardia Civil de Lugo detuvo al gerente de un bar tras descubrir que había falsificado un robo en su establecimiento. El sujeto, propietario del local, había informado a las autoridades sobre un presunto asalto que, según su declaración, habría derivado en la pérdida del dinero de la caja registradora y de una máquina recreativa.

El detenido, residentes en Barreiros, optó por presentar su denuncia la semana pasada, relatando una situación desafortunada en la que, según él, "autores desconocidos" habían entrado en su bar y sustraído no solo el efectivo, sino también una cesta de Navidad que estaba destinada a un sorteo para los clientes. Sin embargo, su relato pronto despertó sospechas entre los investigadores.

Los agentes de la Guardia Civil, al iniciar las pesquisas pertinentes, comenzaron a notar inconsistencias en la versión presentada por el gerente. A medida que avanzaban las indagaciones, se fue confirmando que la máquina recreativa había estado operativa durante las horas en las que el bar permanecía cerrado, tanto en días de descanso como en tramos específicos de la jornada. Este hecho contradice la narrativa inicial del supuesto robo.

La situación se tornó aún más curiosa cuando se reveló que el propio gerente había decidido no permitir que la máquina fuera recaudada en el tiempo adecuado. Dado que el establecimiento no contaba con empleados, solo él tenía acceso a esta información. Este detalle resultó incriminatorio en el contexto de un posible encubrimiento de su propia acción deshonesta.

Para añadir otro giro a la ya compleja historia, se reconoció que, en la víspera de lo que él había denunciado como un robo, la máquina recreativa había estado apagada durante el horario habitual de atención al público. Como consecuencia, no había posibilidad de que clientes o cualquier otra persona tuvieran acceso para utilizarla.

Finalmente, la investigación culminó con la detención del hombre, cuyo caso, junto con las diligencias policiales, ha sido enviado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de guardia en Mondoñedo. El sujeto enfrenta cargos por un delito de robo y otro de simulación de delito, lo que abre un debate sobre la ética y la responsabilidad en el entorno de los negocios locales.